La princesa del Palacio de Hierro



Hey! les presento una de las novelas más directas, francas, irreverentes, enmarañadas y crudas que he leido. Todo se narra a través de una llamada telefónica, un diálogo de más de 300 páginas con un len guaje tan colonial de cualquier ciudad de México que hasta da comezón e incomoda ante los lenguajes que se suponen deben ser usados en una buena narrativa...pero....no.....Gustavo Sainz se avienta un libro entero con una historia lo suficientemente real como para ser la vida de cualquiera, contada a un interlocutor de la llamada telefónica que en momentos parece ser uno mismo. Llamada que no quieres colgar.

Llegó a mis manos y no recuerdo siquiera quien lo puso en ellas, lo que si recuerdo son los momentos de absurdo, dureza y divertida tragedia que me provocaron, una mañana que dediqué a adentrarme en ese palacio gris que todos conocemos.

Te dejo un fragmento:

".....Cuando veía las peleas de box en mi casa cogía su rosario. Entonces empezaba Dios te Salve María, llena eres de gracia, ¡el Señor es contigo! ¡SANTA MARÍA MADRE DE DIOS! ¡Pégale pendejo, mátalo, mátalo!, ¡No te midas, pégale, pégale, mátalo, mátalo! Y luego Padre Nuestro que estás en los cielos, santificado…!Hijo de la chingada, ya te volvieron a pegar! Cabrón…PÉGALE, PÉGALE DURO EN LOS BAJOS, MÁTALO…"

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